La música puede tener un efecto tan positivo en las mentes jóvenes y en desarrollo. Combinada con todos los elementos naturales de la naturaleza, la música se convierte en una parte aún más beneficiosa de la vida. Los instrumentos musicales al aire libre son innovadores y estimulantes para los sentidos, y son el complemento perfecto para los parques infantiles.
Todo el mundo tiene la capacidad de expresar sus sentimientos con la música, especialmente cuando es flexible y personal. Como la mayoría de las cosas, la improvisación es una habilidad que mejorará con la práctica. Se dice que tocar un instrumento aumenta el poder del cerebro, mejora la memoria, desarrolla la confianza y enseña a tener paciencia. Mientras que tocar al aire libre promueve el bienestar físico y saludable. Estos son sólo algunos de los beneficios de tocar música:
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Aumenta las habilidades de memoria
El aprendizaje de un instrumento enseña al niño a crear, almacenar y recuperar recuerdos de forma más eficaz.
Enseña perseverancia y crea una sensación de logro
Aprender a tocar un instrumento requiere mucho tiempo, paciencia y práctica. Durante las clases de música y la musicoterapia, un profesor o terapeuta establecerá objetivos a corto y largo plazo. A medida que el niño alcance sus objetivos, sentirá una sensación de logro y orgullo.
Mejora la coordinación
Tocar un instrumento requiere que el cerebro trabaje a velocidades avanzadas. La lectura de la música se convierte en el cerebro en el movimiento físico de tocar el instrumento. Los que tocan instrumentos han mejorado la coordinación ojo-mano sobre los que no lo hacen. Aprender a tocar un instrumento puede ayudar a los niños a crecer social y académicamente.
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Mejora las habilidades matemáticas
Tocar un instrumento puede parecer un acto creativo, pero hay muchos paralelos con las matemáticas. La música y las matemáticas están altamente entrelazadas. Al entender el ritmo y las escalas, los niños aprenden a dividir, crear fracciones y reconocer patrones.
Mejora las habilidades de lectura y comprensión
Aprender y tocar música requiere una lectura y comprensión constantes. Los niños y los adolescentes necesitan identificar una nota en la página y reconocer qué nota tocar en su instrumento, cuánto tiempo sostenerla, qué dedo usar y qué tan fuerte tocarla. También necesitan identificar si la nota debe tocarse corta y nítida, o suave y conectada a la siguiente nota. Aprender a leer y comprender la música puede incluso ayudar a leer y comprender la literatura en las clases de la escuela.
Crea responsabilidad
La mayoría de los instrumentos requieren algún tipo de mantenimiento o conservación. Esto puede ser cualquier cosa, desde engrasar y afinar hasta limpiar. Animar a los niños a que se mantengan al día con el mantenimiento regular de los instrumentos crea un nivel de responsabilidad para ellos. Cuando son responsables de algo, es más probable que lo hagan ellos mismos sin que sus padres tengan que recordárselo.
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Expone al estudiante a la cultura e historia
La teoría musical tiene una historia profunda y puede ser enseñada como parte de la instrucción musical. La música es a menudo un reflejo de la cultura y la época en que fue compuesta. Exponer a un niño a múltiples tipos de géneros musicales (por ejemplo, clásico, contemporáneo, rock, jazz, blues, folk o medieval) le permitirá echar un vistazo al pasado. Comprender los orígenes de la música, puede dar a los niños una comprensión más profunda de lo que están tocando y pueden llegar a estar más apegados a ello.
Nutre la auto-expresión
Los niños que aprenden a tocar un instrumento son capaces de encontrarse a sí mismos de forma creativa. Uno de los beneficios sorprendentes de la terapia musical es la capacidad de los niños para expresarse. Al aprender a expresarse y a expresar sus complejos sentimientos a través de la música, son capaces de encontrar una manera de mostrar o tocar lo que están sintiendo.
Mejora las habilidades de escucha
Tocar un instrumento requiere que los niños escuchen cuidadosamente una serie de cosas diferentes. No sólo necesitan escuchar las instrucciones de su profesor o terapeuta musical, sino que también necesitan escuchar el ritmo, el tono y la velocidad. Esta concentración mejorará sus habilidades en la música y en la vida.
Mejora las habilidades sociales
Cuando se participa en un grupo, esto requiere que los niños y adolescentes trabajen juntos para colaborar en un sonido o canción específica. Interactuar con otros niños les dará la oportunidad de hacer amigos.